miércoles, 9 de abril de 2008

Algunas notas sobre el concepto de Fantasma.en Freud. J.L. González-Fernández


José Luis González Fernández


El concepto de Fantasma, ha sido desvirtuado a raíz de las diferentes traducciones hechas del alemán, y el uso que varias escuelas, en particular la keiniana y lacaniana, han hecho de él.

Freud utilizó al principio la palabra Fantasía no como un concepto, sino como un término coloquial y común del lenguaje, aunque más adelante ya le dio un peso técnico específico. Lo mismo hizo con el término fantasma, que al principio lo señalaba como "el ente cubierto por la colcha".

Hay que recordar que Freud se basa en un principio en la teoría de la seducción, para luego pasar a la teoría del deseo (del Fantasma para algunos) y por tanto, de la Realidad Psíquica en donde la fantasía asume el papel fundamental en contra de la idea de un trauma de seducción real. Es aquí donde aparece el fantasma, es decir, la fantasía del niño incluye al fantasma, representado por la propia vida imaginaria el sujeto dentro de esa fantasía. El fantasma es pues, la representación de sí mismo, una escenificación vivida, o lo que Freud llamará Fantasma Originario.

Las escuelas kleiniana primero y lacaniana después, han ampliado el concepto de fantasma. Bajo su propia pluma, hicieron consideraciones propias donde fusionaron los términos fantasma y fantrasía -entre otras debido a las traducciones-. El problema surge cuando se fuerza la teoría freudiana como por ejemplo, y seguramente a consecuencia de las traducciones como ya se ha dicho, se han cambado conceptos y términos por otros que Freud nunca escribió: Por ejemplo, en la epistemología del psicoanálisis se habla del paso de la teoría de la seducción a la teoría de la fantasía (en aquel sentido primario) y no al fantasma.

Para Freud solo hay dos fantasmas, el inconsciente u originario, (el señalado arriba) y los fantasmas representados en los sueños diurnos, los cuales son vivenciados también, y ambos pueden coincidir en el proceso onírico (sueño).

Freud llega a afirmar que el Fantasma se caracteriza por su movilidad, por estar presente como un lugar o como un momento, y es producido por el paso de la actividad psíquica previa a la nueva, momento en el cual ha de definirse como consciente o inconsciente (por ejemplo en la elaboración secundaria del sueño).

En otras palabras, y aludiendo a la idea filogenética de Freud, el fantasma aparece para representar lo irrepresentable, es decir, para dar cuenta de una serie de vivencias para las cuales el aparato psíquico no estaba preparado y que no podía elaborar. Por ejemplo ¿cómo el bebé puede representar la voz de la madre en el momento de la diada? A través de un fantasma, no de una fantasía.

Un ejemplo freudiano de la aplicación de ambos conceptos, se deriva de la renegación o doble negación que ejerce el perverso; ante la percepción de la diferencia sexual anatómica, y basado en las teorías sexuales infantiles, la teoría de las pulsiones, y la teoría sobre el edipo, el niño niega la diferencia, con la fantasía consecuente de que va a crecer o de que estará en otro lugar (fetiche). Sin embargo, una segunda negacion o renegación, propicia en el sujeto lo paradógico, es decir, una afirmación "inconciente" de la castración, de modo que esta ya no aparece como fantasía al ser negada como antes, sino ahora como un fantasma ante el cual el sujeto se previene en el ejercicio de su propia perversión y en concreto de la representación de su acto perverso.

•Real Academia de la lengua:

a) Huella remanente luego de producida una percepción,
b) Visión quimérica como las que ofrecen los sueños a la imaginación acalorada.

•Freud:
a) La propia realidad psíquica,
b) representa la idea imaginaria del sujeto y el modo en que éste se representa a sí mismo,
c) un significante de los órganos y de la defensa contra la castración,
d) Imagen de un objeto que queda impresa en la fantasía.






JLGF

1 comentario:

Alejandra dijo...

Excelente explicación complementa bastante bien lo visto en clase!!
Gracias